Bueno gentecilla, he aquí la última tira del año, plagada del optimismo que me caracteriza, con la que quiero mandaros los mejores deseos para todos vosotros, apañeros mártires, en este año 2011 que empezaremos en unos días. Espero que os aprovechen los dulces y aprovecho, si me lo permitís, para mandar un saludo cariñoso a los productores de Sal de Frutas. Ahora más que nunca, gracias por estar ahí. ¡Y gracias también a vosotros, coleguillas brototiríticos!


¡Qué pasa zuprimos!
Bueno, como en los últimos tiempos está muy en boga eso del hack-tivismo y de las filtraciones y de las mamarrachás de las que todos hablan pero nadie se pronuncia con excesiva claridad, yo no quería ser menos y le he dedicado una de mis tonterías semanales a tan potito fenómeno. Espero que os guste.



Queridos apañeros todos.
Henos aquí reunidos para presentar el nuevo subproducto surtido de mi pluma para vuestro disfrute y goce, realizado bajo los efectos de una peligrosa sobredosis de té.
De nuevo, cosas de las circunstancias en las que estamos sumidos, la cosa versa sobre temas de crisis y demás milongas. Si no fuera por la bendita crisis, tendría que recurrir a suegras, gentes de Lepe u otros temas de trascendencia y calado, así que no me queda más que decir:

Dios bendiga esta crisis nuestra.


No sé si os habéis percatado, pero poco a poco se cierne sobre nosotros el malicioso espíritu de la navidad, con sus comilonas, sus luces estridentes, sus aglomeraciones urbanitas y sus campañas solidarias que rezan cosas tales como aquello de "ponga un pobre en su mesa" (que ya vimos en la peli "Plácido" o en episodios temáticos de series tan míticas como "Farmacia de Guardia", ¿sus acordáis?). Así que, viendo la que se nos avecina, no está de más tomarse con guasa tanta milonguez supina. Y de eso va la tira de esta semana. Que os aproveche.